Un apilador eléctrico es un dispositivo compacto y versátil diseñado para manejar y apilar palets y mercancías en almacenes, tiendas y instalaciones pequeñas o medianas. Alimentado por baterías recargables, ofrece una alternativa limpia, silenciosa y eficiente frente a apiladores manuales y carretillas elevadoras, lo que lo hace ideal para uso en interiores donde el espacio es limitado y se deben minimizar las emisiones. Con capacidades de elevación que suelen oscilar entre 500 kg y 2000 kg, y alturas de elevación de hasta 4 metros, los apiladores eléctricos son perfectos para tareas de apilado, carga y descarga de uso medio. El diseño de un apilador eléctrico prioriza la maniobrabilidad y facilidad de uso, con un marco estrecho que permite desplazarse por pasillos y puertas angostas, a menudo tan estrechos como 1,5 metros. El operador se coloca detrás del apilador y utiliza una empuñadura direccional para controlar el movimiento, así como el ascenso y descenso. La empuñadura está diseñada ergonómicamente con botones o palancas que permiten un control preciso, reduciendo la fatiga del operador durante periodos prolongados de uso. Muchos modelos incluyen una plataforma plegable que permite al operador permanecer de pie mientras se desplaza, mejorando la comodidad en recorridos largos. La tecnología de batería es un componente clave en un apilador eléctrico, con opciones que incluyen baterías de plomo-ácido y de iones de litio. Las baterías de iones de litio son cada vez más populares debido a su menor peso, carga más rápida y mayor duración, ofreciendo un rendimiento consistente durante todo el ciclo de carga. Además, requieren menos mantenimiento, ya que no necesitan recargas de agua como las baterías de plomo-ácido.